La ciática suele describirse como un dolor que nace en la zona lumbar y baja por la pierna, a veces con hormigueo o pérdida de fuerza. En la mayoría de casos mejora con medidas conservadoras, pero algunas señales requieren valoración preferente o urgente. En este artículo explicamos cómo reconocer síntomas típicos, qué pruebas suelen indicarse según el caso y cómo se plantea el tratamiento por fases: conservador, intervencionista y cirugía cuando existe indicación clínica.
¿Qué es la ciática y qué la diferencia del “dolor lumbar” común?
“Ciática” no es un diagnóstico único, sino un conjunto de síntomas que suelen aparecer cuando una raíz nerviosa se irrita o comprime. Lo más habitual es que el dolor se irradie hacia glúteo, muslo y/o pierna.
El dolor lumbar común, en cambio, puede quedarse localizado en la espalda sin irradiación clara.
Claves orientativas:
- Dolor que “baja” por la pierna (a veces hasta el pie)
- Hormigueo, adormecimiento o sensación eléctrica
- Empeoramiento con ciertas posturas o esfuerzos
- En casos concretos, pérdida de fuerza
Síntomas frecuentes y cómo describirlos en consulta
Describir bien el dolor ayuda a orientar el diagnóstico. Estas preguntas suelen ser útiles:
- ¿Dónde empieza el dolor y hasta dónde llega?
- ¿Es punzante, quemante, tipo descarga o presión?
- ¿Hay hormigueo o pérdida de sensibilidad? ¿En qué zona?
- ¿Notas pérdida de fuerza (por ejemplo, al caminar o subir escaleras)?
- ¿Qué lo empeora (sentarse, caminar, toser, inclinarse)?
- ¿Qué lo alivia (reposo, movimiento suave, calor, medicación)?
- ¿Desde cuándo ocurre y cómo ha evolucionado?
Causas frecuentes (sin alarmismo)
Las causas varían según edad, antecedentes y hallazgos clínicos. Entre las más habituales se incluyen:
- Hernia o protrusión discal
- Cambios degenerativos de la columna (artrosis, desgaste)
- Estenosis de canal (estrechamiento)
- Irritación mecánica e inflamación local
- En algunos casos: problemas musculares que “imitan” dolor irradiado
¿Cuándo conviene pedir una valoración y con qué especialidad?
En IMECBA, según el caso, puede tener sentido iniciar por Neurocirugía (columna), Traumatología, Clínica del Dolor o Fisioterapia. Lo importante es valorar con criterio y definir el siguiente paso.
Tratamiento por fases: conservador → intervencionista → cirugía (si procede)
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Enfoque conservador
- Analgesia/antiinflamatorios según indicación médica
- Fisioterapia y ejercicio terapéutico progresivo
- Pautas de actividad, ergonomía y reeducación del movimiento
- Seguimiento clínico para ajustar el plan
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Opciones intervencionistas (casos seleccionados)
- Infiltraciones o bloqueos cuando están indicados
- Abordajes de la Unidad del Dolor para dolor persistente o complejo
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Cirugía (cuando hay indicación)
- Se plantea si existe una causa estructural clara y síntomas que lo justifican (por ejemplo, déficit neurológico, dolor persistente con limitación importante, fracaso de medidas previas en casos seleccionados).
- Siempre con explicación de objetivos, riesgos y seguimiento.
Recuperación: qué esperar y cómo se organiza el seguimiento
La evolución es variable. En general, el objetivo es recuperar función, reducir dolor y prevenir recaídas.
Claves del seguimiento:
- Revisión de síntomas y función
- Ajuste progresivo de actividad y ejercicios
- Coordinación entre especialidades cuando se requiere
Señales de alarma: cuándo acudir a urgencias
Ante síntomas neurológicos agudos o empeoramiento rápido, se recomienda acudir a urgencias o llamar al 112.
- Pérdida de control de esfínteres
- Adormecimiento en región genital/perineal
- Fiebre alta con dolor intenso y mal estado general
- Dolor tras traumatismo importante con incapacidad funcional
Preguntas frecuentes (FAQs)
¿Tienes dudas? Aquí te respondemos
No. Puede deberse a distintas causas. La exploración y la evolución orientan el diagnóstico.
En general, se prioriza actividad ajustada y progresiva. El reposo prolongado suele empeorar recuperación, salvo indicación específica.
Cuando está clínicamente indicada y se espera beneficio en dolor/función dentro de un plan global.
Cuando existe indicación clara según síntomas, exploración y pruebas, y el tratamiento conservador no es suficiente en casos seleccionados.
¿Necesitas orientación?
Si presentas dolor irradiado, hormigueo o pérdida de fuerza, o si el dolor limita tu actividad, una valoración puede ayudarte a ordenar el diagnóstico y el tratamiento.
